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¿Dejas de creer en el Sol cuando las nubes lo tapan?

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Es hora de irnos. Jaimie sintió una punzada en su corazón al oír tal frase. Había vuelto a tener ilusión y a creer en algo gracias a Jack. Ahora se iba a marchar y se sentía perdido. No quería irse de su lado. - ¿Te vas?- Preguntó Jaimie nervioso - ¿y si vuelve sombra? ¿y si dejamos de creer otra vez? Si no puedo verte , entonces... - Eh eh , para el carro... -Dijo Jack- ¿Acaso dejas de creer en la luna cuando sale el Sol? -No. - Vale... ¿y dejas de creer en el Sol cuando las nubes lo tapan? - Jajaja , no. - Entonces , siempre estaremos ahí. Ahora y siempre estaremos en tu corazón , lo cual te convierte un poco en guardián. Se sonrieron mutuamente y Jaimie , mientras estaba viéndole marchar , corrió a darle un abrazo sincero para conservarle en su corazón. Ahora sabía que sería para siempre. "El origen de los guardianes"

Pintalabios y...¡acción!

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Cuidadosamente, se miró al espejo y procedió a darse los últimos retoques. Estaba nerviosa , nunca había sentido esta sensación. Sintió un cosquilleo al azotarse los polvos del maquillaje en su rostro, seguramente muy parecido al que sentiría en unas horas. Hoy era la noche que llevaba esperando desde hacía muchísimo tiempo y tenia que salir todo bien, solo faltaba su pintalabios color carmín para darle el toque perfecto a la noche. Jamás pensó que esta vez le iba a tocar a ella , a esa niña callada que escondía la cabeza entre las carpetas cuando alguien le dedicaba una fugaz sonrisa. Ahora ya no quedaba ni rastro de esa niña callada, los azotes de la vida la habían hecho espabilar hasta el punto de querer valerse por si misma. Estaba viviendo un cuento del que jamás querría despertar y era feliz en su pequeña y particular burbuja. El color carmín se fundió con sus labios y se miró al espejo. Se veía preciosa e incluso sexy , algo que jamás hubiese pasado ...

Días nublados.

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Era un día nublado, como los que solía ver últimamente. La neblina cubría su vida y no sabía que hacer para deshacerse de ella. El pitido de las puertas del tren la despertó de sus ensoñaciones y la hizo mirar por la ventana una vez más. Amaba mirar el paisaje mientras soportaba los viajes kilométricos hasta la universidad. Le gustaba imaginarse las vidas de las personas que iban por la carretera conduciendo como si no hubiese mañana , la gente que entraba al cercanías hacia un destino desconocido e incluso a los vigilantes que pasaban a todas horas para velar por la seguridad de los demás antes que la de ellos mismos. Todas las personas presentes habrían pasado un desamor , un enamoramiento e incluso una muerte. Estos simples desconocidos a lo mejor tenían algo que ver con ella más de lo que pensaba. "Ojala pudiese contártelo ahora mismo" pensaba tristemente mientras la lluvia golpeaba con fuerza el cristal de la ventana. Hacía un tiempo que y...

No tengas miedo.

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Hilo musical para esta entrada:  Tirada, con los ojos empañados en lágrimas, se miraron una vez más. Sabían que esta mirada no sería como las demás, que ahora las miradas se apreciarían más que una brizna de sol en una tormenta. -¿Me esperarás?- espeto él con voz temblorosa por el esfuerzo que suponía articular aquella frase escondida en las sombras de su mente. Intentando incorporarse, ella miró los zafiros ojos que poblaban su rostro. Esos ojos que una vez la llenaron de tranquilidad, paz y amor ahora se desvanecerían en la distancia de un inseguro futuro condicionado por el tiempo. Y entonces fue cuando ella se dio cuenta de que las caricias, los abrazos y los besos merecían más atención que la puesta en el pasado. Que sus errores cometidos, ahora golpeaban duramente contra su pecho, sintiendo como el aire difícilmente escapaba. Que todas las tardes que ellos habían pasado, se dibujaban en los mapas del pasado con la sinfonía de la alegría del comienzo teñida de az...

Distancia.

De repente , todo se volvió negro. No encontraba salida alguna. No había briznas de esperanza ni de felicidad , solo de tristeza y desconcierto. El que hacer de su vida cotidiana ya no le importaba , nada importaba ya. No sabia nada acerca de su futuro y el no saberlo hacia que la presión de su  pecho acrecentara cada vez mas. Conecto su memoria al son de una música lenta para avivar los recuerdos . La ternura de su sonrisa , la dulzura de sus miradas y el cariño de su pecho volvían a sus recuerdos pero, rápidamente, se esfumaban por el dolor. El se iba a ir , lejos , y ella no sabia que pensar ni como actuar ante la cruel situación impuesta. Simplemente , tocaba esperar a que el destino se izara con la unión de sus cuerpos o que los separase para siempre. No quería separarse ,no ,  eso ni se le pasaba por la cabeza. El hacia que su vida cobrara mas sentido del que tenia anteriormente y pen...